Biome Makers, entrevista con Adrián Ferrero co-fundador y CEO

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Sabemos que detrás de cada startup hay una misión que cumplir y nos gustaría conocer un poco más sobre qué hay detrás de Biome Makers.

Cuéntanos brevemente qué es Biome Makers. Describe los principales hitos a lo largo de vuestro desarrollo.

Biome Makers es una compañía global de biotecnología que elabora modelos sobre la funcionalidad del suelo para mejorar la productividad de los suelos cultivables. Creada por dos españoles que en 2015 fueron a Silicon Valley, ha desarrollado una tecnología patentada que integra la secuenciación del ADN y las tecnologías de computación ecológica para descifrar uno de los biomarcadores más complejos, el microbioma del suelo. Actualmente, Biome Makers cuenta con presencia mundial, con dos laboratorios operativos en California (USA) y Valladolid (España) que ofrecen este a análisis a más de 600 clientes, con más de un 60% de recurrencia.  

 

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El desarrollo de la plataforma de análisis BeCrop, supuso un antes y un después en nuestra trayectoria, al poder enlazar el comportamiento de los microorganismos del suelo con índices agronómicos, permitiendo una gestión más eficiente y sostenible de los cultivos y prácticas agrícolas.

Biome Makers ha abierto por primera vez su tecnología para agentes agrícolas e investigadores de todo el mundo a través de la iniciativa Fields4Ever. Y ha puesto a disposición de esta comunidad 10.000 herramientas de análisis valoradas en 4 millones de Euros. 

¿Cuáles fueron las principales dificultades o barreras con las que os encontrasteis para avanzar con este negocio? ¿Cómo las superasteis?

Al ser una tecnología innovadora, la receptividad entre los agricultores españoles es baja, ya que no éstos suelen basar sus decisiones en personas de confianza. Es una barrera que creemos irá desapareciendo según puedan abrirnos sus puertas y probar nuestra tecnología, tal y como ya hacen más de 600 clientes en el todo el mundo.

Sí encontramos un ecosistema que apoya al emprendedor a conectar con los agentes que necesita en cada momento, hemos notado el apoyo de Foodtech Magazine, Basque Culinary Center, de Smart Agrifood Summit y el grupo de innovación del ayuntamiento de Valladolid.

Teniendo en cuenta la importancia que tienen los ecosistemas para poder desarrollar la innovación ¿Cómo describirías el ecosistema de emprendimiento en España? ¿Qué ventajas y barreras ves en este ecosistema? 

Creo que es un ecosistema que ha madurado mucho en los últimos años. Los emprendedores y las startups cuentan con más elementos de apoyo para las diferentes fases de su proyecto, desde apoyo con financiación institucional a la colaboración de entidades como incubadoras, aceleradoras, etc. 

¿Qué oportunidades de mejora crees que podrían surgir?

También hemos visto una evolución en los propios vehículos de financiación, con inversores más especializados y la participación de las corporaciones que han visto en la innovación abierta y la colaboración con startups un vehículo adecuado para evolucionar sus negocios o investigar nuevos modelos de negocio que les permitan adaptarse a los rápidos cambios que estamos viviendo. (Nuevos estilos de vida y de consumo, irrupción de nuevos actores y modelos de negocio…). Sectores como fintech, insurtech, están siendo muy activos.  En ese sentido, estamos agradecidos a Seaya Venture y JME por inversión y apostar por agro-tecnología.

Sin embargo, siguen existiendo barreras burocráticas si nos comparamos con la facilidad de crear una empresa en Estados Unidos.  En nuestro caso, la creación de una filial española de nuestra central americana, supuso más de un quebradero de cabeza.

En los últimos años hemos escuchado la palabra AgriFoodTech como la revolución de la industria alimentaria. Hablemos de lo que significa para ti esta palabra ¿Cómo definirías el AgriFoodTech? 

Es un concepto muy amplio, pero podemos resumirlo en la innovación a través de la aplicación de tecnologías y ciencias (desde AI, IoT, VR, blockchain, etc. a genómica, biotecnología, CRISPR -recientemente reconocida con el Nóbel-, etc.) a todos los segmentos de la cadena de valor agroalimentaria. Es decir, el campo (agricultura, ganadería, silvicultura…), la transformación de los alimentos, la cadena de distribución, el retail, el food service (restauración), el hogar (Smart kitchen), y el propio consumidor. 

El propósito del agrifood tech es que esta innovación logre impacto en diversas áreas: mejoras en la eficiencia y la productividad; reducción del impacto ambiental de la actividad; mejora de la trazabilidad y la transparencia en toda la cadena de valor; mejora de la salud de las personas; seguridad alimentaria y mejora en la accesibilidad a una alimentación nutritiva y suficiente para toda la población; mejora en las condiciones de trabajo de las persona ligadas a esta industria garantizando su seguridad y una forma de vida sostenible. Sin olvidar la generación de nuevas experiencias de usuario. 

¿Crees que su desarrollo puede cambiar la industria alimentaria española? ¿Cómo?

España es una potencia desde el punto de vista agroalimentario, no solo por la importancia de su sector productivo, sino por la representatividad que tiene en el mundo su sector gastronómico. La innovación en agrifood tech tendría alcanzar al menos ese nivel de desarrollo. Y estamos en ese camino, aunque las cifras de inversión – por ejemplo- todavía están lejos de otros focos de innovación como UK, Holanda o Alemania. Países en los que el sector primario no es tan importante. 

Pero se está viendo pasos importantes. Por ejemplo: 

  • Contamos ya con algunas historias de éxito, las más maduras ligadas al sector delivery, que ha sido el primer motor de esta industria. 
  • Han surgido un buen número de incubadoras y aceleradoras especializadas en este terreno, tanto privadas como públicas. Y es especialmente interesante ver cómo están colaborando estrechamente con la industria para responder a retos específicos de forma que se facilite esa transferencia de conocimiento de la que hablaba. 
  • Centros tecnológicos como CNTA o iniciativas Europeas como EiT Food también están jugando un papel muy importante en la dinamización de la industria food tech en nuesto país. 
  • En el terreno de la inversión, en los últimos años el sector food tech también ha captado el interés de VC que valoran las oportunidades que ofrece. Aunque requiere unos tiempos y unos parámetros diferentes a las inversiones en compañías puramente tecnológicas. 
  • Es muy interesante la apuesta de un numero de corporaciones de la industria por un modelo de colaboración abierta que incluya a las startups y los emprendedores en la ecuación. Si observamos lo ocurrido en otros países, algunos de los casos más significativos de éxito han procedido de startups, que han puesto en jaque la cuota de mercado e incluso los modelos de negocio de las grandes marcas. 
  • Mención especial a la situación que vivimos actualmente. Hoy es más que nunca importante reflexionar sobre el uso que hacemos de los recursos.  La relación que tiene el uso que hacemos de los mismos con esta y otras crisis por venir. Si queremos un sistema de alimentación más resiliente, más resistente ante las crisis o las disrupciones, tenemos que trabajar en todos los segmentos de la cadena de valor, y la innovación, la tecnología y la digitalización son herramientas fundamentales en este camino. Estos son los mimbres con los que trabaja la industria food tech. 

¿Cuáles crees que deberían ser los apoyos fundamentales para que esto ocurra? 

  • Facilidades desde el punto de vista administrativo para facilitar el emprendimiento. 
  • Instrumentos para facilitar la transferencia de conocimiento desde los centros de investigación a la industria.
  • Esfuerzos divulgativos para vencer algunas resistencias en el seno de la industria. Impulsar una visión más abierta en la que el interés por conservar el modelo de negocio vigente no lastre la oportunidad de innovar de forma más disruptiva. 
  • Vehículos de inversión especializados en la industria agrifood tech, que entiendan sus peculiaridades y tiempos. Que aporten conocimiento más allá de la mera financiación. 
  • Una conciencia de propósito en todos los actores, puesto que tenemos entre manos un sector cuyo impacto es decisivo en la salud, bienestar y futuro de las personas y el planeta. 

Como refleja nuestro slogan: “better soil leads to better food and a better life”