Conoce a nuestros EAA Alumni: Ekonoke

Ekonoke es una empresa madrileña con un modelo de negocio disruptivo. Produce lúpulo de la más alta calidad, garantizando la sostenibilidad y la fiabilidad del suministro, y desarrollando soluciones agrícolas resistentes al clima con el menor uso de recursos.

Tuvimos la oportunidad de hablar con Inés Sagrario, CEO y cofundadora de Ekonoke, que participó en nuestro Programa de Aceleración de Eatable Adventures en 2019. Sigue leyendo para conocer la experiencia de Ekonoke como parte del programa de aceleración.

 

¿Podrías narrar la trayectoria de Ekonoke desde que entró a forma parte de nuestro Programa de Aceleración?

Ekonoke entró en el Programa de Aceleración de Eatable Adventures en septiembre de 2018. El proyecto con el que entramos no tenía nada que ver con lo que somos ahora, incluso, los socios al principio nos decían que el proyecto no encajaba del todo, pero que tenían mucha confianza en nuestro equipo. Junto a ellos, fuimos tomando decisiones fundamentales para encarrilar mejor el proyecto, llegando a ser lo que somos ahora. 

Lo primero, tuvimos una confluencia entre el trabajo que estuvimos haciendo con el equipo de Eatable Adventures y los avatares del cambio climático al que nos tuvimos que enfrentar. En marzo de 2019 hubo una ola de calor bestial, pasando los 40 grados en el invernadero, el cual no estaba preparado para ello. Esto nos llevó a una baja de productos, haciendo que no pudiéramos llegar a servir a clientes con los que ya teníamos un compromiso. Aquí fue cuando nos dimos cuenta que no podíamos seguir trabajando en un invernadero, y debíamos hacer el cambio, pasando de cultivo de invernadero a cultivo en interior. 

Lo segundo, con el apoyo del equipo de Eatable Adventures, fue entender que nuestro modelo de huertos verticales centrados en Horeca era un proyecto muy artesanal y no tan escalable. Respondiendo a lo que nos iban pidiendo nuestros clientes dentro del mundo de los restaurantes, llevamos a cabo nuestro primer cambio, ofrecer mini huertas vivas listas para cosechar. Eatable nos introdujo a una gran variedad de eventos, dónde en uno de ellos, conocimos a nuestros socios, Tallos microgreens. De la fusión de los dos proyectos salió la nueva marca: Ekonoke. 

En paralelo, seguíamos haciendo pruebas con cultivos que no tuvieran riesgo climático, siendo uno de ellos el lúpulo, el cual nos ha llevado a lo que somos ahora. 

 

Explíquenos su decisión sobre el proceso de cambio de marca, ¿por qué decidieron centrarse sólo en un tipo de cultivo, así como vender únicamente sus productos a nivel B2B?

Juntamos un poco la situación en la que se encontraba Ekonoke en ese momento, por un lado, nuestras mini huertas no estaban rotando, los comentarios que nos llegaban eran muy positivos, pero no teníamos el nivel de repetición por parte de los clientes que habíamos idealizado en nuestro modelo de negocio pre-covid.
Por otra parte, al ya estar trabajando con lúpulo y estar en contacto con industrias cerveceras, nos dimos cuenta que había un desafío importante por parte de la industria cervecera de suministrar su materia prima de una manera sostenible y confiable.

Al unir las dos situaciones, la respuesta estaba clara. Es cierto que una de las ayudas más fuertes para tomar esta decisión de cambiar realmente nuestro modelo de negocio ha venido por parte de José Luis Cabañero, CEO de Eatable Adventures. 

 

¿Cuál es el consejo más valioso que has recibido de José Luis en nuestro Programa de Aceleración?

Antes de nada quisiera resaltar que el mayor consejo no lo he recibido realmente durante el período del Programa de Aceleración. Una vez formas parte del programa, creas lazos, conexiones y unas relaciones que perduran para toda la vida. Es muy valioso tener un equipo, que se convierten en amigos de confianza detrás de tu proyecto, con una visión y una capacidad de guiarte y apoyarte en todas las decisiones que tengas que tomar en un futuro. 

Una vez dicho eso, el mayor consejo fue tomar la decisión de enfocarnos en el cultivo del lúpulo. Costó mucho aceptarlo y dejar a un lado nuestro proyecto de mini huertos, pero tras largas conversaciones con José Luis, nos hizo entender que el futuro de Ekonoke estaba en ser una empresa de lúpulo.

 

¿Cómo ves a Ekonoke en el futuro, a corto y largo plazo?

A corto plazo, estamos ya trabajando para tener nuestra primera instalación a escala comercial de cultivo de lúpulo en Galicia, mostrándole al mundo que se puede cultivar diferentes tipos de cultivo, empezando por el lúpulo, de una forma distinta, de manera que los alimentos e ingredientes no tengan que viajar miles de kilómetros, y que sea más bien el conocimiento y la tecnología lo que viaje. 

Más a largo plazo, en 4-5 años, esperamos que  nuestras instalaciones de cultivo de lúpulo en interior se encuentren a nivel mundial, y seamos la empresa líder del sector habiendo revolucionado completamente el sector del lúpulo.