Entrevista con Loan Bensadon de Baïa Food
Baïa Food Co. es una startup española que quiere mejorar la calidad de vida de las personas de nuestra sociedad. Investigan principalmente sobre frutas exóticas como fuente de ingredientes bioactivos y desarrollan productos alimentarios funcionales de alto valor añadido. Entre las actividades clave de la startup destaca el desarrollo de una cadena de valor ética y sostenible de un Nuevo Alimento del que se extrae un ingrediente único en la naturaleza con aplicaciones nutracéuticas, alimentarias y cosméticas.
En la actualidad la empresa comercializa una línea de superalimentos ecológicos que provienen de pequeños cultivos locales de donde son endémicas las distintas especies botánicas con el objetivo de posicionar la marca «baïa» abriendo distintos canales de comercialización.
¿Cuáles fueron las principales dificultades o barreras con las que os encontrasteis para avanzar con este negocio? ¿Cómo las superasteis?
Cuándo nos planteamos empezar el proceso de registro de un Novel Food en la Unión Europea, lo primero que hicimos fue pedir opinión experta. EN primer lugar de un consultor ex-vicepresidente del comité científico de la EFSA justamente en materia de nuevos alimentos, el profesor Palou (a través de su consultora especializada Alimentómica). Pero también tiramos de contactos y nos reunimos con altos directivos de multinacionales de nutrición y laboratorios farmacéuticos, quienes nos recomendaron educadamente que no nos adentrásemos en este proceso. En concreto, según la directora de Regulatory Affairs de Abbot Nutrition, íbamos a tardar por lo menos 6 años y necesitar muchos cientos de miles sino millones de euros si queríamos llegar a algo. El director general de Nutricia en España en ese momento, quien nos recibió en el hall del Hotel Madrid allá por 2013, vaticinó algo similar. Hoy, 8 años más tarde y con el Novel Food en nuestras manos, Enrique Bermejo es nuestro principal asesor.
Y es que los emprendedores somos unos insensatos, y es que la juventud ayuda mucho a aumentar la tolerancia a la incertidumbre y reducir la aversión al riesgo. Pero no es suficiente, tiene que haber algo más…y en el caso de Guillermo y yo, ese algo es nuestra obsesión por cambiar el mundo hacia mejor, empezando por mejorar la calidad de vida de las personas a través de la nutrición. Y le damos especial importancia a la experiencia de alimentación de personas con problemas de salud. La alimentación debería ser más natural, saludable, placentera sin culpa y sostenible con el medio ambiente. Por eso, decidimos dedicar todos nuestros esfuerzos y recursos desarrollar DMB®, el primer complemento sensorial elaborado a partir de una baya africana conocida como Synsepalum dulcificum, y diseñado científicamente para mejorar la experiencia de alimentación de pacientes con trastornos del gusto o personas con dietas especiales.
Teniendo en cuenta la importancia que tienen los ecosistemas para poder desarrollar la innovación. ¿Cómo describirías el ecosistema de emprendimiento en España? ¿Qué ventajas y barreras ves en este ecosistema?
En España el ecosistema de emprendimiento e innovación ha evolucionado mucho en los últimos años. Cuando nos embarcamos Guillermo y yo con este ambicioso proyecto de autorizar un Novel Food en la UE, el ecosistema estaba en su estado embrionario. Muy poca gente había oído hablar siquiera de la palabra «start-up» y el emprendimiento era un término que se asociaba a algo casi mitológico. Tuvimos la suerte de tener cerca mentores del ecosistema israelí, mucho más maduro y trufado de incubadoras y aceleradoras para empresas early-stage, dopadas con fondos públicos y con un claro enfoque hacia la innovación disruptiva, que tras las etapas más tempranas viene apoyado por fondos de capital riesgo.
¿Qué oportunidades de mejora crees que podrían surgir?
Donde creemos que hay aún mucho por recorrer es en la inversión privada de capital riesgo. En España, el sector privado tiene una aversión patológica al riesgo, y sin embargo nos encanta hablar de innovación disruptiva. Y en este mundo, si quieres la rosa quieres la espina. Las start-ups que basan su modelo de negocio en una servicio o producto realmente innovador requieren de inversiones altas (una combinación de capital privado y público) y de tiempos largos. Y los emprendedores no pueden estar en etapas tempranas pensando en vender y generar ingresos, porque sino te cargas la innovación. Y obviamente, eso es un riesgo. En nuestro caso tuivimos que hacer viguerías, sacando un e-commerce de alimentos nutritivos en polvo para conseguir las primeras ventas por otras líneas de negocio, que nos permitieran captar fondos públicos de I+D (que pedían tracción comercial) y convencer a otros inversores. El nuestro es un caso especial, y a día de hoy Baïa tiene dos divisiones (food y health), con modelos de negocio muy distintos pero sinérgicos, y que en el futuro van a tender a complementarse hacia una única propuesta de valor: el cuidado integral de las personas a través de la nutrición.
En los últimos años hemos escuchado la palabra AgriFoodTech como la revolución de la industria alimentaria. Hablemos de lo que significa para ti esta palabra. ¿Cómo definirías el AgriFoodTech?
En estos últimos 2-3 años el sector AgriFoodTech está viviendo una explosión mundial, y España se está convirtiendo en uno de los hubs de innovación. Esto es muy positivo para nuestras empresas porque empuja y fomenta la creación de un ecosistema sólido, en el que están entrando fuerte los corporates de la alimentación, buscando dejar atrás su modelo poco versátil y menos disruptivo de innovación interna, para apoyar a start-ups en su misión de hacer las cosas de forma distinta, y hacerlo cuanto antes.
AgriFoodTech es una invención moderna para juntar en un mismo término toda la cadena de valor alimentario (en concreto plant-based) y la tecnología que se integra en ella para mejorar aspectos de la misma. Agrifood abarca desde el campo hasta la mesa, en el modelo tradicional de producción alimentaria. La dimensión tech se refiere a la innovación en la cadena, utilizando y desarrollando nuevas herramientas tecnológicas que optimicen la gestión de la cadena, mejoren la productividad o la experiencia del consumidor final, permitan crear productos nuevos e inverosímiles, etc.
¿Crees que su desarrollo puede cambiar la industria alimentaria española?¿Cómo?
Sin ninguna duda, y creo que ya está ocurriendo. Y se necesita más que nunca un ecosistema sólido y maduro para que este cambio que tanto necesita nuestro modelo productivo cuaje, y que España se siga encontrando en la vanguardia en todo lo relacionado con alimentación en un mundo cada vez más techy, en el que la digitalización de los modelos de negocio se funden con una alimentación que tiene que seguir entrando por la boca. Creemos en una nutrición en el que el placer de comer nunca se debe perder y debe ser cada vez más saludable, funcional y personalizada.
¿Cuáles crees que deberían ser los apoyos fundamentales para que esto ocurra?
Más fondos de inversión de capital riesgo (reales) para startups innovadoras en etapas tempranas. Más ayudas para la atracción y retención de talento en las PYMES, mejores condiciones para los emprendedores autónomos, y mayor apoyo por parte de los centros tecnológicos con condiciones ventajosas.